Alguna
vez, en la realización de nuestra práctica docente nos hemos sentido incapaces
para comprender y resolver la pluralidad de conflictos que cotidianamente se
nos presentan en el aula, consideramos que esto sucede por que no nos han
formado en habilidades que permitan dar solución a estos conflictos
dentro de la práctica docente, o tal vez si lo han hecho, pero quizá
utópicamente, al plantearnos posibles problemas con sus posibles soluciones,
pero no lo han realizado en espacios reales dentro del ámbito
educativo.
Una
de las formas más efectivas para estimular en los niños actitudes positivas y
fomentar las competencias ciudadanas, es a través de los dilemas morales que se
pueden abstraer de las situaciones diarias del salón de clases. A continuación
vamos a mencionar una de las experiencias que se le presento en la realización
de la práctica pedagógica, a una de nuestras compañeras:
“Al
iniciar mis práctica pedagógica en la institución fui asignado en el grado
primero, grupo considerado como uno de los más conflictivos de la
institución por los profesores titulares de la misma, en comienzo tenía un poco
de susto, ya que nunca me había enfrentado a una situación o mejor dicho a un
grupo de estas características, pero aun así decidí continuar con mi
labor, que no iba a ser para nada, fácil. En los primeros
días de clase los niños no se encontraban dispuestos para realizar las
actividades propuestas, es más, era tanta la grosería que el coordinador de la
institución tuvo que intervenir en muchas ocasiones; pero ese no es
el caso, frente a ello yo decidí crear un clima de confianza a través del
diálogo continuo, para de alguna manera conocer los modos de vida de los niños;
de estas conversaciones logré abstraer algunos elementos cotidianos para ellos,
para a partir de allí plantearles algunos dilemas morales que me
permitieron estimular en ellos competencias como la toma de perspectiva o la
capacidad de ponerse en los zapatos de otros.
Descripción breve
de una situación presentada en clase:
1 Niña 1: “¿Quite de ahí?
2 Niño 1:” y ¿Por qué le dice así? respete”.
3 Niña 1: “Deje de ser metido, sapo, yo estoy
hablando con él, no con usted”.
4 Docente: ¿Perdón? ¿Por qué le
estas hablando así?
5 Niña 1:”Profe, es que véalo no estoy hablando con
él y se mete este sapo”.
Dilema presentado a
partir de esta situación escolar:
6 Docente:¿Te parece que lo que
estas diciendo y haciendo y haciendo, está bien?, ¿tu crees que puedes tratar a
tu compañero así?,¿a ti te gustaría que alguien llegará en el momento que estas
dando tu opinión frente a algo y te dijera “Ah deje de ser metida,
sapa…”
¿Cómo te
sentirías?, ¿Qué harías frente a ello?…